Nos hemos dado cuenta que reutilizar nuestros recursos es una necesidad para mantener nuestro planeta funcionando debidamente. Y una de las formas más efectivas de reciclaje es la creación de composta, sobre todo para fertilizar el terreno.
Crear composta o fertilizante orgánico es mucho más fácil de lo que la mayoría de las personas piensan. Basta con algunos conocimientos básicos para ser un experto reciclando materia orgánica.
No hay que vivir en el campo para crear composta. Muchos asocian este tipo de reciclaje con grandes fincas o granjas, pero en realidad se puede crear composta en casi cualquier lugar, incluyendo nuestros hogares. También puedes hacer la cantidad que quieras y con los materiales orgánicos que tengas a la mano.
¿Qué es la composta?
Cuando hablamos de crear composta nos referimos a mezclar desechos de material orgánico en un espacio determinado, buscando promover su descomposición natural. Usualmente con el propósito de reutilizar este material orgánico como fertilizante para nuestros jardines y huertos.
No se trata de reinventar la rueda. Lo que estamos haciendo es recreando el proceso natural de descomposición que siguen los materiales orgánicos. La única diferencia es que estamos tratando de controlar el proceso para crear un producto final que sirva a nuestros propósitos. En este caso, la creación de un fertilizante natural.
Desechos orgánicos buenos.
No necesitas buscar más allá del latón de basura, puedes crear tu composta con casi cualquier material orgánico disponible en casa.
Algunos ejemplos de materiales orgánicos buenos para composta son: el papel, el cartón, las servilletas, las cáscaras de huevo, las ramas y hojas de árboles (secas o verdes), los panes, los granos, la pasta, los residuos de café, las cáscara de frutas, vegetales y los residuos de césped.
Desechos orgánicos malos.
Hay muchos otros materiales que, aun siendo orgánicos, no son recomendados para crear composta y los debes evitar a toda costa. Sobre todo los derivados de animales. Entre éstos se encuentran los productos lácteos, las carnes, los huesos, la grasa animal y los alimentos cocidos entre otros.
También debes evitar los hierbajos, pues aunque son plantas, éstos pueden esconder semillas que no se descompondrán durante el proceso de la composta. Eventualmente pueden desarrollarse y crecer en tu jardín al ser regados como parte del fertilizante.
Material verde y seco.
La medida ideal para crear composta es la mezcla de 25% de material verde con 75% de material seco. Cuando hablo de material verde me refiero a residuos de césped, vegetales y frutas, pastas y granos. En cuanto al material seco, hablo de ramas y hojas secas, papel, cartón, etc. Aunque ésta es una medida ideal, puedes hacer composta con lo que tengas a la mano. Esta medida en particular está calculada para acelerar el proceso de descomposición, pero no quiere decir que las otras no funcionen. Tarde o temprano tu material orgánico siempre acabará por descomponerse.
Tritura, mezcla, humedece y airea.
Mientras más pequeños los trozos de materia orgánica más rápido comenzarán a descomponerse. Córtalos y tritúralos, ya sea con una tijera, machete o con la misma podadora antes de echarlos a la mezcla. Recuerda, mientras más pequeños, mejor.
Una vez estén bien cortados o triturados mezcla los unos con los otros como si estuvieras revolviendo un guiso en una olla. Puedes también combinar tu material en capas, una verde sobre una de material seco, capa sobre capa como si estuvieras haciendo una lasaña. Lo importante es que verdes y secos tengan contacto entre ellos.
Cuando ya estén bien mezclados hecha agua gradualmente. La idea no es que quede el material encharcado, si no húmedo. La humedad ayudará a acelerar el proceso de descomposición natural. Si tienes más material verde que seco utiliza menos agua, si de lo contrario tienes más material seco que verde echa más agua.
Es importante que semanalmente revuelques este material para airearlo y que no se empoce el agua entre la materia orgánica. Esto puede crear hongos e infecciones no deseadas en tu composta. El aire por el contrario ayuda a un proceso saludable de descomposición.
Área o envase para composta.
La composta se puede crear directamente en la tierra abriendo un boquete no muy profundo en el terreno, o puedes utilizar un envase de cualquier tamaño. Si decides utilizar un envase procura que tenga buen drenaje (hazle boquetes en la parte de abajo para dejar salir el exceso de agua) y sigue las mismas instrucciones que describí antes para crear composta.
Si escoges hacerlo directamente en el terreno, te recomiendo echar una capa de paja, piedras o gravilla en la parte de abajo para que el agua drene y no se empoce en la base del boquete.
Por último, es preferible que coloques tu envase o área de composta en un lugar aireado para que el proceso sea uno rápido y que no cree un fuerte olor a humedad.
Composta lista para uso.
Notarás que la composta está lista cuando esté seca, granulada y la puedas cernir a través de una rejilla o colador. Esta composta la puedes regar en tu jardín o huerto y simplemente sentarte a esperar los magníficos resultados. Riega tus plantas con agua luego de echar la composta para que penetre el terreno. Los pedazos grandes que aún no se hayan descompuestos devuélvelos al área de composta para más procesamiento.
Como vez crear composta es fácil y ayuda a los esfuerzos mundiales de reciclaje. Además, ayuda a que tus jardines y huertos den hojas más verdes, flores más coloridas y vegetales más sabrosos. Si todos ponemos de nuestra parte, éste mundo volverá a ser el paraíso terrenal que siempre hemos soñado.
Fuente: www.about.com/espanol